lunes, 25 de enero de 2010

TEMOR



No huiré de dolor alguno
Ni de sufrimiento existente
Que el Bienamado mismo
Haya tenido que padecer
En Su amor por nosotros
Para mostrarnos el camino
Que nos conduce hacia Él
Cuando sacrifico Su vida
A Su paso por este mundo.
25/01/10.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Con TEMOR, me acorde de Santa Teresa D'Ávila que, aún jovencita, decia que "es muy fácil amar a Dios cuando todo en nuestra vida está bien y sin problemas, pero, la verdadera pueba de nuestro amor es en los momentos de grandes dolores: si confiamos en Sus designios y no nos alejarmos de Dios, permanecendo fieles, contribuyendo al máximo con nuestro trabajo a Su Causa por más simples que sea, pasando por todas las pruebas sin revuelta y buscando aprender con las preciosas lecciones del sufrimiento...bueno entonces podemos decir que de verdad amamos a Dios".
Beatriz Rizzini