viernes, 19 de febrero de 2010

CONFESION




Te confieso al fin
Que por el brillo de tu rostro
Me llegue a dar cuenta
Que tú albergabas un tesoro
Más grande e inestimable
Que la creación en sí
Aunque suene a paradoja
Permíteme todavía decirte
Que mientras más me acercaba
Sigilosamente a tu presencia
Más te aproximabas tu a mí
Así que me pregunte a mí mismo
¿Qué tipo de tesoro es este?
No habías pronunciado una palabra
Cuando mi corazón ya palpitaba
Sin saber su razón aparente
Solo sabía que tu te aproximabas
Cada vez más al núcleo mismo
De mi corazón anhelante
Para entregarme con alegría
Las Buenas Nuevas
De la llegada del Bienamado
Fue en ese preciso instante
Cuando me convertí en un amante
Quemando mis vanas imaginaciones
Con el fuego de Su mención
Recibiendo finalmente
Los destellos de Su infinito amor
Como lo más sagrado e inestimable
Tal cual un tesoro
Más allá de todo cielo y tierra.
19/02/10.

1 comentario:

Anónimo dijo...

esta poesia es muy tierna y muy profunda llega al significado
de toda la razon de vivir
lo felicito peota por las grandes palabras que nos hacen llegar a la razon de vivir