Preocupado por
lo que sucediera
En el devenir
del día de mañana
Acudí a la taberna del Bienamado
A Embriagarme finalmente
Acudí a la taberna del Bienamado
A Embriagarme finalmente
Con el vino del
desprendimiento
Para pronto
descubrir al rato
Que no me
importaba ya nada
Ni el mundo ni toda su pompa
Solo anhelaba el agrado mismo
Del propio Bienamado en sí.
Ni el mundo ni toda su pompa
Solo anhelaba el agrado mismo
Del propio Bienamado en sí.
26/11/09
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